¡Feliz fin de semana!
Immanuel Kant (1724-1804) ¿Qué es la Ilustración?
Immanuel Kant (1724-1804) ¿Qué es la Ilustración?
La Ilustración consiste en el hecho por el cual el hombre sale de la minoría de
edad. Él mismo es culpable de ella. La minoría de edad estriba en la
incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno
mismo es culpable de esta minoría de edad, cuando la causa de ella no yace en
un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para
servirse con independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten
valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración.
La mayoría de los hombres, a pesar de que la naturaleza los ha librado desde
tiempo atrás de conducción ajena (naturaliter maiorennes), permanecen
con gusto bajo ella a lo largo de la vida, debido a la pereza y la cobardía.
Por eso les es muy fácil a los otros erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo ser
menor de edad! Si tengo un libro que piensa por mí, un pastor que reemplaza
mi conciencia moral, un médico que juzga acerca de mi dieta, y así sucesivamente,
no necesitaré del propio esfuerzo. Con solo poder pagar, no tengo necesidad de
pensar: otro tomará mi puesto en tan fastidiosa tarea. Como la mayoría de los
hombres (y entre ellos la totalidad del bello sexo) tienen por muy peligroso el
paso a la mayoría de edad, fuera de ser penoso, aquellos tutores ya se han
cuidado muy amablemente de tomar sobre sí semejante superintendencia. Después
de haber atontado sus reses domesticadas, de modo que estas pacíficas criaturas
no osan dar un solo paso fuera de las andaderas en que están metidas, les
mostraron el riesgo que las amenaza si intentan marchar solas. Lo cierto es que
ese riesgo no es tan grande, pues después de algunas caídas habrían aprendido
a caminar; pero los ejemplos de esos accidentes por lo común producen timidez y
espanto, y alejan todo ulterior intento de rehacer semejante experiencia.
Por
tanto, a cada hombre individual le es difícil salir de la minoría de edad,
casi convertida en naturaleza suya; inclusive, le ha cobrado afición. Por el
momento es realmente incapaz de servirse del propio entendimiento, porque jamás
se le deja hacer dicho ensayo. Los grillos que atan a la persistente minoría de
edad están dados por leyes y fórmulas: instrumentos mecánicos de un uso
racional, o mejor de un abuso de sus dotes naturales. Por no estar habituado a
los movimientos libres, quien se desprenda de esos grillos quizá diera un
inseguro salto por encima de alguna estrechísima zanja. Por eso, sólo son
pocos los que, por esfuerzo del propio espíritu, logran salir de la minoría de
edad y andar, sin embargo, con seguro paso.
Pero,
en cambio, es posible que el público se ilustre sí mismo, siempre que se lo
deje en libertad; incluso, casi es inevitable. En efecto, siempre se encontrarán
algunos hombres que piensen por sí mismos, hasta entre los tutores
instituidos por la confusa masa. Ellos, después de haber rechazado el yugo de
la minoría de edad, ensancharán el espíritu de una estimación racional del
propio valor y de la vocación que todo hombre tiene: la de pensar por sí
mismo. Notemos en particular que con anterioridad los tutores habían puesto al
público bajo ese yugo, estando después obligados a someterse al mismo. Tal
cosa ocurre cuando algunos, por sí mismos incapaces de toda ilustración, los
incitan a la sublevación: tan dañoso es inculcar prejuicios, ya que ellos
terminan por vengarse de los que han sido sus autores o propagadores. Luego, el
público puede alcanzar ilustración sólo lentamente. Quizá por una revolución
sea posible producir la caída del despotismo personal o de alguna opresión
interesada y ambiciosa; pero jamás se logrará por este camino la verdadera
reforma del modo de pensar, sino que surgirán nuevos prejuicios que, como los
antiguos, servirán de andaderas para la mayor parte de la masa, privada de
pensamiento.
Pero
una sociedad eclesiástica tal, un sínodo semejante de la Iglesia, es decir,
una "classis" de reverendos (como la llaman los holandeses), ¿no podría
acaso comprometerse y jurar sobre algún símbolo invariable que llevaría así
a una incesante y suprema tutela sobre cada uno de sus miembros y, mediante
ellos, sobre el pueblo? De ese modo ¿no lograría eternizarse? Digo que es
absolutamente imposible. Semejante contrato, que excluiría para siempre toda
ulterior ilustración del género humano es, en sí mismo, sin más nulo e
inexistente, aunque fuera confirmado por el poder supremo, el congreso y los más
solemnes tratados de paz. Una época no se puede obligar ni juramentar para
poner a la siguiente en la condición de que le sea imposible ampliar sus
conocimientos (sobre todo los muy urgentes), purificarlos de errores y, en
general, promover la ilustración. Sería un crimen contra la naturaleza
humana, cuya determinación originaria consiste, justamente, en ese progresar.
La posteridad está plenamente justificada para rechazar aquellos decretos,
aceptados de modo incompetente y criminal. La piedra de toque de todo lo que se
puede decidir como ley para un pueblo yace en esta cuestión: ¿,un pueblo podría
imponerse a sí mismo semejante ley? Eso podría ocurrir si, por así decirlo,
tuviese la esperanza de alcanzar, en corto y determinado tiempo, una ley
mejor, capaz de introducir cierta ordenación. Pero, al mismo tiempo, cada
ciudadano, principalmente los sacerdotes, en calidad de doctos, debieran tener
libertad de llevar sus observaciones públicamente, es decir, por escrito,
acerca de los defectos de la actual institución. Mientras tanto -hasta que la
intelección de la cualidad de estos asuntos se hubiese extendido lo suficiente
y estuviese confirmada, de tal modo que el acuerdo de sus voces (aunque no la de
todos) pudiera elevar ante el trono una propuesta para proteger las comunidades
que se habían unido en una dirección modificada de la religión, según los
conceptos propios de una comprensión más ilustrada, sin impedir que los que
quieran permanecer fieles a la antigua lo hagan así- mientras tanto, pues,
perduraría el orden establecido. Pero constituye algo absolutamente prohibido
unirse por una constitución religiosa inconmovible, que públicamente no debe
ser puesta en duda por nadie, aunque más no fuese durante lo que dura la vida
de un hombre, y que aniquila y torna infecundo un período del progreso de la
humanidad hacia su perfeccionamiento, tornándose, incluso, nociva para la
posteridad. Un hombre, con respecto a su propia persona y por cierto tiempo,
puede dilatar la adquisición de una ilustración que está obligado a poseer;
pero renunciar a ella, con relación a la propia persona, y con mayor razón aún
con referencia a la posteridad, significa violar y pisotear los sagrados
derechos de la humanidad. Pero lo que un pueblo no puede decidir por sí mismo,
menos lo podrá hacer un monarca en nombre del mismo. En efecto, su autoridad
legisladora se debe a que reúne en la suya la voluntad de todo el pueblo. Si el
monarca se inquieta para que cualquier verdadero o presunto perfeccionamiento se
concilie con el orden civil, podrá permitir que los súbditos hagan por sí
mismos lo que consideran necesario para la salvación de sus almas. Se trata de
algo que no le concierne; en cambio, le importará mucho evitar que unos a los
otros se impidan con violencia trabajar, con toda la capacidad de que son
capaces, por la determinación y fomento de dicha salvación. Inclusive se
agravaría su majestad si se mezclase en estas cosas, sometiendo a inspección
gubernamental los escritos con que los súbditos tratan de exponer sus
pensamientos con pureza, salvo que lo hiciera convencido del propio y supremo
dictamen intelectual -con lo cual se prestaría al reproche Caesar non est
supra grammaticos- o que rebajara su poder supremo lo suficiente como para
amparar dentro del Estado el despotismo clerical de algunos tiranos, ejercido
sobre los restantes súbditos.
Luego,
si se nos preguntara ¿vivimos ahora en una época ilustrada? responderíamos
que no, pero sí en una época de ilustración. Todavía falta mucho para que la
totalidad de los hombres, en su actual condición, sean capaces o estén en
posición de servirse bien y con seguridad del propio entendimiento, sin acudir
a extraña conducción. Sin embargo, ahora tienen el campo abierto para trabajar
libremente por el logro de esa meta, y los obstáculos para una ilustración
general, o para la salida de una culpable minoría de edad, son cada vez
menores. Ya tenemos claros indicios de ello. Desde este punto de vista, nuestro
tiempo es la época de la ilustración o "el siglo de Federico".
He
puesto el punto principal de la Ilustración -es decir, del hecho por el cual el
hombre sale de una minoría de edad de la que es culpable- en la cuestión
religiosa, porque para las artes y las ciencias los que dominan no tienen ningún
interés en representar el papel de tutores de sus súbditos. Además, la minoría
de edad en cuestiones religiosas es la que ofrece mayor peligro; también es la
más deshonrosa. Pero el modo de pensar de un jefe de Estado que favorece esa
libertad llega todavía más lejos y comprende que, en lo referente a la
legislación, no es peligroso permitir que los súbditos hagan un uso público
de la propia razón y expongan públicamente al mundo los pensamientos relativos
a una concepción más perfecta de esa legislación, la que puede incluir una
franca crítica a la existente. También en esto damos un brillante ejemplo,
pues ningún monarca se anticipó al que nosotros honramos.
Pero
sólo alguien que por estar ilustrado no teme las sombras y, al mismo tiempo,
dispone de un ejército numeroso y disciplinado, que les garantiza a los
ciudadanos una paz interior, solo él podrá decir algo que no es lícito en un
Estado libre: ¡razonad tanto como queráis y sobre lo que queráis, pero
obedeced! Se muestra aquí una extraña y no esperada marcha de las cosas
humanas; pero si la contemplamos en la amplitud de su trayectoria, todo es en
ella paradoja. Un mayor grado de libertad civil parecería ventajoso para la
libertad del espíritu del pueblo y, sin embargo, le fija límites
infranqueables. Un grado menor, en cambio, le procura espacio para la extensión
de todos sus poderes. Una vez que la Naturaleza, bajo esta dura cáscara, ha
desarrollado la semilla que cuida con extrema ternura, es decir, la inclinación
y disposición al libre pensamiento, ese hecho repercute gradualmente sobre el
modo de sentir del pueblo (con lo cual éste va siendo poco a poco más capaz de
una libertad de obrar) y hasta en los principios de gobierno, que
encuentra como provechoso tratar al hombre conforme a su dignidad, puesto que
es algo más que una máquina.
La tesis de este texto es que el ser mayor de edad, da lugar a una serie de responsabilidades, Kant defiende que el hombre que sale de la minoría de edad debe revelarse contra el gobierno y poder expresarse libremente(acabar con el Antiguo Régimen)
ResponderEliminar--> Una de las características de la ilustración era el despotismo ilustrado, "todo para el pueblo, pero sin el pueblo". Crear un estado de bienestar y agrupar todo el conocimiento en la obra magna " La Enciclopedia".
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EliminarEstá bien el comienzo. Pero en la segunda parte preguntaba por características de la literatura de la época. Despotismo ilustrado entraría dentro de las características políticas de la época más bien
EliminarLa tesis que Kant plantea es que la ilustración se consigue una vez que la persona consiga sobrevivir sin necesidad de depender de nada, ni exterior a sí mismo ni de sí mismo; ha de pensar y actuar por sí mismo.
ResponderEliminarEn cuanto a las características de la literatura de la época, tendrían que ver con una nueva forma de gobierno en la que no se influenciase a la juventud de mala manera (quienes no querían ser ilustrados a los que iban a serlo) y que la filosofía y la ciencia tengan gran valor dentro de la literatura
Kant defiende el uso de la crítica y la razón para crecer como personas y aprender a vivir sin miedo a nuestra manera, tomando las riendas de nuestras vidas.
EliminarLa literatura de la ilustración defenderá el criticismo. Lo he deducido a partir del texto ya que en varias ocasiones Kant sustituye la palabra "criticismo" por la palabra "ilustración".
Mar: fíjate que el primer párrafo es un poco confuso, y dices que la persona no debe depender de nada, todos dependemos de algo o alguien (deberías haber concretado que la dependencia sería intelectual). Sin embargo lo expresas bien al final del párrafo: pensar y actuar por sí mismo. Esto es lo que digo que a veces por querer hacer un texto más elaborado podemos caer en incoherencias. No tengas miedo a decir las cosas de forma clara y escueta.
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EliminarLucía: te ha faltado definir el criticismo. La primera parte está bastante bien expresada.
EliminarEn el texto, el propio Kant destaca que la tesis de su obra es que nosotros mismos somos culpables de nuestra minoría de edad, que deberíamos saber vivir sin miedo a vivir.
ResponderEliminarConsidero que es característica importante de la Ilustración la crítica:crítica religiosa presente en el 4º párrafo, pero también el estilo liberal y crítico que deben presentar las personas, característica que se ve en cómo Kant defiende que vivimos en la minoría de edad porque nos gusta lo fácil, porque nos da miedo ser libres.
Bien. Mejor que miedo a vivir seria miedo a pensar
EliminarEl texto planteado de Kant tiene como fundamento la definición de lo que para el autor representa traspasar la barrera de lo considerado como "mayor de edad", la explica de una forma subjetiva el nuevo comportamiento del individuo sin la ayuda de sus tutores a la hora de tomar decisiones que solo dependen de él.
ResponderEliminarLa literatura de la ilustración hace una crítica a la política de la época, la cual se basaba en el "Antiguo Régimen", una sociedad muy jerarquizada sin la posibilidad de ascender de posición social y donde se hacían cosas por el pueblo pero sin pedirle opinión.
Bien. Demasiado circunloquio al principio. Mejor: "La tesis que defiende Kant es la necesidad de traspasar la barrera...." Al primer párrafo le falta un punto, piensa dónde iría.
Eliminarel tema es el cambio tanto moral como de pensamiento y de la forma de actuar de las personas a comienzos de la ilustración, lo cual generó miedo e inseguridad.
ResponderEliminarSupongo que respecto a la literatura los temas dejarán de ser religiosos y pasarán a otras preocupaciones de la época tales como el hombre y el conocimiento.
Preguntaba por la tesis: "De qué pretende convencernos el autor"
EliminarLa tesis del texto es que la salida de la minoría de edad ,significa un uso de responsabilidad mayor y donde no tiene que obedecer ni depender de nadie mas que de si mismo .
ResponderEliminarUna característica importante de la literatura de la ilustración son los ideales de libertad, igualdad y valoración del individuo, propios de una Ilustración a la que Kant se suma y defiende en sus escritos políticos.
La dependencia a la que se refiere es intelectual (pensar por sí mismo)
EliminarEl texto que nos plantea el autor trata sobre el paso de un individuo hacia la mayoría de edad, donde se presentan diversos cambios en él. Éste mismo debe vivir sin miedo y sobre todo sin depender de nadie.
ResponderEliminarUna de las características principales en que tiene la literatura de la Ilustración son las transformaciones sociales y políticas y Kant habla de la Ilustración como un tiempo de libertad, lo que necesariamente nos conduce a la democracia
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EliminarDependencia intelectual. Los ilustrados no promueven el cambio social radical y abogan por que siga habiendo una clase dirigente, que sería la burguesía.
EliminarLa tesis que Kant expone es la premisa para conseguir que las personas logren usar todo su potencial, siendo necesario que se les permita el uso de su propio intelecto, sin restringir sus ideas.
ResponderEliminarLa literatura de la ilustración tiene como característica importante el criticismo, que aspira a someter a crítica racional todo el conocimiento anterior.
Premisa es lo que se presupone a la hora de llevar a cabo una argumentación.
EliminarPremisa: el ser humano debe ser libre
Argumentación: el ser humano debe pensar por si mismo para poder ser libre.
Mejor pon: "La tesis de Kant es que la personas deben lograr usar...." y el resto que has puesto está bien.
*por SÍ mismo
EliminarEn este texto, Kant defiende la idea de que no se alcanzará la Ilustración hasta que el hombre abandone la minoría de edad, hasta que deje de tener miedo a razonar por sí mismo y no que otros lo hagan por él.
ResponderEliminarSegún el texto, creo que la característica principal de la literatura de la Ilustración es la crítica, cuestionar todo para así tener una mayor autonomía de pensamiento.
Muy bien la tesis.
EliminarLa tesis de la que trata Kant en el texto, es la importancia de conocer por nosotros mismos y no dejar que otros lo hagan por nosotros. Dar un paso al pensamiento y abrir nuestra mente a saber más a través de nuestro entendimiento. Una forma de pensar revolucionaria ya que en esa época era impensable ir en contra de la religión. Este pensamiento es el que marcará las ideas de la Ilustración.
ResponderEliminarUna característica que considero importante que influenciará a la literatura, es la crítica a través de ella hacia la religión, y otras maneras de pensar de la época.
Bien la tesis. Pero una tesis se "defiende" y un tema se "trata". "La tesis que defiende Kant en el texto..." Ten en cuenta que intenta convencernos de ello, por tanto, lo defiende.
EliminarLa tesis que defiende Kant es que nosotros mismos somos culpables de tener la minoría de edad y tenemos que conseguir vivir pensando y actuando por nosotros mismos.
ResponderEliminarLa principal característica es la critica a la civilización, a la religión y a la política de una forma racional.
Bien la tesis. Pero quita lo de crítica a la civilización. Mira la definición de esa palabra:
Eliminarcivilización.
1. f. Estadio cultural propio de las sociedades humanas más avanzadas por el nivel de su ciencia, artes, ideas y costumbres.
Precisamente lo que querían los ilustrados era que la sociedad fuera más civilizada, y que mediante el uso de la razón las sociedades avanzasen hacia un utópico progreso.
La tesis que defiende Kant en el texto, es que jamás se podrá llegar a una sociedad ilustrada si no superamos la minoría de edad y para conseguirlo debemos pensar de forma libre, sin ser influidos por nadie y responzabilizarnos de nuestros actos.
ResponderEliminarEn cuanto a las características del texto son que Kant realiza una crítica a la sociedad y de las personas y su forma de pensar, que debería ser independiente y no influida por la política de ese tiempo.
Bien la tesis. Pero la segunda parte te pedía características de la literatura ilustrada.
EliminarLa tesis que expone Kant en este texto trata sobre como superar los límites que nos impone la sociedad y nosotros mismos para superar la minoría de edad y llegar a la mayoría de edad, pensando por nosotros mismos, y con ello llegar a la ilustración.
ResponderEliminarLa característica principal sera una critica general, centrándose sobretodo en la critica a la religión.
"La tesis que DEFIENDE Kant ES LA NECESIDAD DE superar los límites..." El resto bien.
EliminarLa tesis del texto de Immanuel Kant es que la ilustración llega en el momento en el que hombre sobrepasa la minoría de edad.
ResponderEliminarLas características que tendrá la literatura de la Ilustración será por tanto una critica, en concreto a la sociedad.
Tienes que explicar qué entiende Kant por minoría de edad.
EliminarÚltimos días para poner la contestación quien no lo haya hecho. El martes escribo la contestación y seguimos con otro texto de la época el próximo fin de semana. ¡Hasta mañana!
ResponderEliminarLa tesis que defiende Kant es la necesidad del hombre de pensar por sí mismo, lo que llama "mayoría de edad".
ResponderEliminarEsta es la gran tesis de la Ilustración, las características de la literatura que se derivan de ella serían:
-La razón: la literatura de la época debe seguir unas leyes que fija la razón. Hacer literatura se entiende como una técnica que puede aprenderse, y de no seguir estas reglas no será efectiva.
-Propósito didáctico: la literatura de esta época pretende enseñar y además ofrecer ejemplos de conducta en los personajes. Se cultiva la fábula, obras didácticas sobre la educación del ser humano y en el teatro se tratan temas como los matrimonios concertados (El sí de las niñas) o los duelos (El delincuente honrado).
-Crítica a la Iglesia por poner freno a la educación liberal universal del ser humano. Y también se critica a las instituciones del Antiguo Régimen como algunos habéis puesto. Se cultiva profusamente el ensayo, apropiado para defender las ideas ilustradas.
-Se idealiza la naturaleza como un estado puro y sin maldad y se defiende que el ser humano es bueno por naturaleza y se corrompe debido a una mala educación.
Las dos corrientes que se solapan e influyen sobre la literatura del XVIII son la Ilustración y el Neoclasicismo. El texto para el puente será una poética neoclásica.
Id leyendo del libro la unidad 8 Neoclasicismo y Prerromanticismo (págs. 178-188)